Ayyyyyyyyyyyyy, me voy a comer una sobrinitaaaaaaaaaaa. Pero qué preciosa sos bailando, mi linda!!! Tu tia también solía bailar frente al público que quisiera ver un espectáculo cómico... pero de eso ya hace mucho, asi que cuando nos volvamos a ver me vas a tener que enseñar algunos pasitos...Te quiero un monton y extraño horrooooooooooresssssssss. Te amo, mi dulce sobris.
-¿Viste el video de Mía? -Casimira llega corriendo, sin aliento, hasta donde está Uriel, echado tranquilamente para su siesta. -No, ¿cuál? ¿el del video para su papá? -¡No, no! ¡Qué perro inútil, nunca te enterás de nada vos, claro si te lo pasás ahí echado! Es un video donde la nena baila, ¡y no sabés cómo baila! -¿Dónde, dónde? -Uriel se ha levantado de un salto, con las orejas paradas y los ojos bien abiertos. -Vení, está en el blog, ¡está tan bonita esa nena! Le voy a pedir cuando vuelva que me enseñe: quiero aprender a bailar salsa, regueton, cumbia... -¡Bueno, bueno, no tan rápido, que primero hay que dejar que la chiquita juegue en el jardín conmigo, me acaricie, me de de comer... -¡Ah, no, mijito! Ni lo pienses, la próxima vez va a ser mi compañera de juegos. Tengo que aprender a bailar para conquistar a Fidel. Uriel se tapa el hocico para reir tranquilo, pero más que nada para evitar que Casimira lo persiga para darle uno de sus temibles arañazos.
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Ayyyyyyyyyyyyy, me voy a comer una sobrinitaaaaaaaaaaa. Pero qué preciosa sos bailando, mi linda!!! Tu tia también solía bailar frente al público que quisiera ver un espectáculo cómico... pero de eso ya hace mucho, asi que cuando nos volvamos a ver me vas a tener que enseñar algunos pasitos...Te quiero un monton y extraño horrooooooooooresssssssss. Te amo, mi dulce sobris.
-¿Viste el video de Mía? -Casimira llega corriendo, sin aliento, hasta donde está Uriel, echado tranquilamente para su siesta.
-No, ¿cuál? ¿el del video para su papá?
-¡No, no! ¡Qué perro inútil, nunca te enterás de nada vos, claro si te lo pasás ahí echado! Es un video donde la nena baila, ¡y no sabés cómo baila!
-¿Dónde, dónde? -Uriel se ha levantado de un salto, con las orejas paradas y los ojos bien abiertos.
-Vení, está en el blog, ¡está tan bonita esa nena! Le voy a pedir cuando vuelva que me enseñe: quiero aprender a bailar salsa, regueton, cumbia...
-¡Bueno, bueno, no tan rápido, que primero hay que dejar que la chiquita juegue en el jardín conmigo, me acaricie, me de de comer...
-¡Ah, no, mijito! Ni lo pienses, la próxima vez va a ser mi compañera de juegos. Tengo que aprender a bailar para conquistar a Fidel.
Uriel se tapa el hocico para reir tranquilo, pero más que nada para evitar que Casimira lo persiga para darle uno de sus temibles arañazos.
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